Volumen insufrible, cuadriculas rayadas tratando de colorearte un artefacto sinfónico cautivante; pero, no he de mentirte la tristeza quiebra borrones temerosos. Sin poder expresar la matemática sobre natural que sólo dos amantes predestinados son capaces de escuchar dejando pensamientos innecesarios. Imagino las olas del mar; nostalgia penitente, destino, conquista interponiendo arena, separándonos. Imagino atardeceres, perdiéndose en la profundidad del mar, soles rojizos alcanzado arenas rubias, asimilando pesadumbre contemplando majestuosa concordia. Imagino tus ojos mirando éste acontecimiento, ensamblando añoranzas benditas, incrédulo te imagino imaginándome, tonto sueño, pensarse querido inspirando un sentimiento luminoso, dependiendo de tu afecto; lograr algo en esta vida, sin ti, simplemente pierdo el tiempo esbozando estupideces. No es correcto que te diga cuánto necesito tus labios para conocer la alegría; los celos, la pasión, los besos verdaderos aquéllos que detiene el tiempo colapsando las células disolviendo razonamientos, consumando tentaciones. Soñar no cuesta nada, fui ingenuo al pensar que podría enamórate por lo que soy. Si bien es cierto que nadie podrá trajinar tus sueños incansables con tanto fervor desde el principio de los tiempos hasta el murmullo de un reflejo verdadero; no tengo nada que ofrecerte, carezco de futuro, inteligencia, a simple vista nos despierto pasión alguna.
Te sueño en carne viva; pero estoy perdido, he sido un imbécil apostando toda esperanza en tu amor, esperando ser salvado por una heroína sensacional, renaciendo abrazando su cintura. No es correcto; de estar preparado y a la altura del sentimiento hubiera recorrido 29 veces la distancia que nos separa. Perona no supe llegar tu ventana con flores y un poema que pueda intoxicarte el cuerpo. Perdóname por ser nadie. Perdona por no saber dar batalla por tu corazón; “lo esencial es invisible a los ojos”. Perdona no trasformar el planeta par que las dulces palabras te encuentren. Perdóname por saberme querido no estar alegre. Perdona mí incrédulo semblante incapaz de creer en la posibilidad que tú Ilustrada Desconocida veas algo maravilloso en mí ser. Perdona por tener sólo un blog para manifestarte mi amor… y la mala ortografía. Perdona por no llegar antes.