martes, 15 de enero de 2013

promesas



Sonidos evaporando medias de lana en la regadera,
esperando que queden secas antes de un diluvio sin cautela,
deshaciendo ciudades ásperas
sin todas tus caricias
resguardas.

A tiempo, para que queden todas las columnas aromatizadas,
evacuando despojos sin aliento.

En mí te busco:¿eres mi rostro en el momento de borrarse, mi nombre que, al decirlo,
se dispersa, eres mi desvanecimiento?
El Ausente-Octavio Paz

Por verte despertar.
Sentirte respirar.


Provocar tu risa.

Hay promesas queribles.
Hay promesas traicioneras, esperándonos por una décima de segundo.
Quedan los pormenores que tan sólo podremos degustar en un lugar
uniendo lunares.
Procurar que una promesa rompa; las mitades, una las distancias y congele el tiempo, para abreviar nuestros cuerpos a un te quiero, sin llagas.

Amor de tierra lejana
mi corazón por ti duele;
sin remedio desvanece
pues no encuentra a la que llama;
y cual vergel  te engalana,
tras cortina te enaltece,
oh incógnita soberna
BaudolinoUmberto Eco

Luego de la lluvia; suelen aparecer el arcoíris desafiando el brutal empoderamiento de las nubes oscuras, dejando que un cielo azul; tan universal, difuminado y conectado con los puntos del globo terráqueo, restituyendo paisajes anticipando coartadas para reanudar una marcha.
 Por flores diagramadas en amables diamantes, un mantel a cuadros detallando los bosquejos que siguieron alimentando esta conversación,una de esas canastas de mimbré, queso, una botella de vino rosa, pastel de chocolate quizás no te gusta el chocolate. Oh prefieras una limonada, algo agrio trasmutado en dulzura.


¿Qué nos promete la lluvia al final de tantas lunas?
Hay promesas inservibles.
Puntos de vista adoctrinados, sin salida.
Dices que hay mapas. Te creo, pero no puedo crear el rumbo, desconfío, pero la certeza sabe de latidos antes que las respuestas
hundiendo sabores interminables.

Supongo te sobran los días perfectos.
¡Hay de mí bandolera!; eres el día interminable; atardecer desvariando por los nudillos, consiguiendo sintonizar cada minuto de impacto, sin saber por dónde van las palabras y regresan la semblanzas abrazadas carteando
alguna posibilidad/ fidedigna, en primera persona.

Conozco los días enteros; ensamblando aquélla melodía inesperada, confusa, que al leerla más de una vez adquiere esa trascendental tonada, martillando por la cabeza serenas catástrofes, perfectas, inquebrantables.

Consiguiendo restar espacios soñables.
Y ya lo ves en internet viaja el amor vía cable
mientras que el brillo del frío circula solo en las calles
Simple, como el viento que todo lo arrastra, hacia el sol que todo lo consumeInterama

En las colmenas diurnas zumbando multitudes ciegas, sin alma; esperando desprender los talones del suelo. Asesinando reflejos, desgastando utensilios ilusorios sin cortar migrañas delante de la pantalla. La lluvia incidente prometiendo llevarme a ti una vez desintegre cada atadura.
La vida promete cortar el aliento, la muerte promete una visión, tú prometes un amanecer sempiterno.
La prontitud permanece muda.
Promesas de nuevo año; cuadrar menos angustias, encuadrar más ternura invisible, necesitarte menos, quererte sin tensionar meridianos, textos cortos.


Rincones cubiertos de esperanzas, frotando cambios ligeros; conforme requiera la danza amistar  otra era de palabras amenas compartiendo casillas/ nervios/caídas, separando glaucomas ajustables perdiendo parpadeos por izar otra vez un ronda de alegatos dignificados,aventurarse en tu cuerpo ajustando sombras benditas mientras la luna y el solo se persiguen; porque mis ojos no se cansarían de mirarte. Mis brazos de tenderte un halago si lo necesitas, y tienes mi mano si por ventura algo detuviera los buenos momentos.
¡Por un instante!


Tan sólo me gustaría que hubieses estado aquí.
Susurrar algo valedero; que no prefieren el vacío que los brazos de uno.
Tener tradiciones propias, guardando las velas de la década que amenaza ser oscura; y luego la muerte nada suave desatando el total fracaso; pero contigo el conteo por un día dejaría esa incompleta trasmisión; incorporando globos, la canastilla con dulces hechos de estrellas fugaces, pastel en forma de abeja;¡porque sólo importaría tu calidez primor!, ¡sólo hay una fiesta contigo primordial invitada!

En el celular, el recordatorio que no tienes un nombre que verdaderamente importe; una novela te deshace con las falsas nominaciones los números prestados, tan pronto que el libro se hace pesado; todavía parpadean las luces, los adornos que quisiera verlos estallar insisten en pasar las fiestas sin pormenores; pero a tientas no se saben las condenadas felicitaciones de cristal y agua maldita, sobrepasando el límite de velocidad antes que puedan darte otro bofetón las hojas de la tradición cultivada. Otro sermón áspero;“compra zapatos de vestir, me gustan los que uso, son baratos, tienen identidad, y resultan cómodos para escapar. Lo malo que conozco la ciudad.

Pero no conozco la que invento contigo; la de las manos inseparables, con rumores de rosas espinadas de delicadezas esperando refrescar heridas, aplastando lo que viene provocando esos sueños de amor inmediato al primer contacto/ al segundo beso interminable/ al tercer plato vacío de ocurrencias/ al cuarto día, otra vez interminable.


Hay promesas extraviadas, recuperando el filo de las espinas en las rosas creyentes.
Hay promesas de toda índole cuartando diagramas en el cielo, uniendo estrellas en nombre de la susodicha esperanza.

Hay promesas en tus pestañas, que guardan silencio.