
Lo siento mucho.
Los nervios me mataron, y tu bien amada acidez me destrozó.

Vengo tejiendo tu nombre, rezando verte más cercana ayer te sentí mucho más lejos no tenía derecho a quejarme, no es miedo ni orgullo, no seguí el plan y el dolor cada vez es más pesado, la oscuridad no me deja y eres mí luz.

Quiero amarte.
Que me ames.
Con el cariño de tus pestañas, tu vientre y el silencio.

Perdoname.