viernes, 24 de agosto de 2012

un credo.


Le pregunto al viento; ¿adónde trajinan estos destellos inconfundibles?

– A un punto más allá de tu entendimiento. – Responde el viento.

Atrapo un rastro en el viento, lo dejo caer sobre mi piel contenta; esparciendo cosquillas, con tal de conservar una melodía impregnada de tu silencio.

Le pregunto a la noche; ¿cuidas de abrillantar las mejores estrellas para ella?

– Cuido un sueño inconfundible; ¡despega los pies de las dudas y asómate; mírala cubrir sus ojos contando fonemas apasionados! – Responde la noche.

Quiero gritar tu nombre; ¡aparecer en tu puerta con suficientes flores coloridas!, implorándoles que no mueran para que cada día tengas un ramillete festivo alegrando tus mañanas.  Le pido a la luna sea mensajera de todo el amor versado en tu ausencia.

Si respiras alegremente tendrás más de una seña. – Responde la luna. 

Me alegra mucho haberme topado contigo Ilustrada Desconocida una noche sin cercanías, ni presentaciones; una sensación inconfundible. Te amo por lo que percibo; contigo no hay final feliz, ni principio acertado, sólo hay letras videntes tratando de sofocar distancia para regalarte mi sonrisa. Horas improvisando conversaciones contigo, espantado frases melosas y enterar cada sílaba tranquila, perdiéndome en tus ojos; brillantes/ telúricos/ vivarachos/ profundos/ musicales/ místicos/ filosofales/ incendiarios/ inmaduros/ adorables. Tú, tan adorable trasmisión de respiración, destrozas mis días apilando tu ausencia remarcando cada uno de mis huesos; recordándome enamorarme felizmente.
Una corona de flores cristalinas para enterrar la soledad.
Baraja de cartas todavía no enviadas; las que empezaba con un te amo sustancial y acaban con un ven pronto a sosegar mi hiperactiva imaginación deletreando libertad bajo palabra acorazando abrazos. Tal vez tus labios sólo contengan un ácido adiós; sin retorno, ni oportunidad de acabar juntando días geniales en la certeza de esperar cada madrugada; aprovechándola susurrando besos emergentes, cosechando risas.

¡Tú risa!
Se escapa por las estrellas.
Para soñarte e imaginarte; encontrándome, adornando ventanas,
palpando tus suspiros inconscientes.


El sol viene con tus dedos; el atardecer muere en tus labios, y son tus  pestañas un eclipse entre mundos desbaratados por todo el tiempo perdido. ¿Pero un hola merece tanta arrogancia?, nuestro amor es la única injusticia soportable; siento que soy una hoja a la que clavas alfileres y agujas, deleitándote torturándome. Escondes un rostro afectuoso y conmigo revelas un rostro malvado; que insiste en negarse, si te avergüenzo, o no soy suficiente para ti. Simplemente dímelo.
Si no tengo espacio en tu vida;
simplemente dímelo.
Si no me quieras cerca de ti;
dímelo.

Porque una sola palabra tuya mi cielo; sea cual sea su matiz, quedaría atesorada en mi alma.
Sonrisa mía al final de estas letras seguiremos siendo los únicos involucrados; tú única lectora rescatando entre líneas del olvido, si por un instante brillan tus ojos, ¡lo sabré!, cuándo un día nublado se esfume. Sabré que reíste, atestiguando canciones aleatorias entremezclando un dulce significado. Podré saber si te enredaste cuando me duelan los dedos. También sabré si entendiste cada tramposa anomalía; ya que en mi pretensión de creerme tuyo me alegra pensar que para ti no soy un misterio.

Junto las señales, los entendimientos subliminales, algunos lunares estratégicos, claves resoplando tu presencia y las artes con las que podría defender mis besos en la alta estima de tus labios; ¡dedicando la vida a sonrojarte! No hay ambición más valedera que contemplarte risueña, completa, siempre propia; encantándote derrochando astucia para verte contenta. Quiero biengastar inteligencia provocándote con detalles empíricamente nuestros.
Quiero conocerte, ir paso a paso; una conversación en el chat, cartas cuarteadas, escuchar tu voz en el aparato medio muriéndome de los nervios y medio muriéndome de la felicidad; muriendo totalmente validando tu respiración por todo mi ser, para renacer escuchándote. ¡Escucharte! Una cita perfecta.
Y un primer beso; únicamente nuestro, a orillas de la eternidad de un momento prolongando cada latido, devorándonos completamente; ¡si la suerte y la sabiduría lo permiten!: esperar la siguiente vida uniendo nuestras cenizas.

Añorada amante; venga lo que venga recuerda que pasaré el resto de mis días purificando versos, buscando el correcto y contento que alumbre tu corazón. Es cierto que añoro estrellar mi vida en tus brazos, para mí sólo hay vida contigo.




Me pregunto cómo haré para poder ver
A través de esta sensación

Cada gota que derrame
Tan hermosa puede ser
Y seguro estoy nena demasiada
Sangre derramé

Dame fuerzas para aguantar
Todo este puro amor
Dame fuerzas para aguantar
Porque, porque...

No temo decirte las cosas como son
Como un huracán por el lado fácil
Cuidaras mi espalda hoy

Ya dice hay algo sobre vos
Que las luces hacen brillar
A.N.I.M.A.L.