Los
colores se marchan.
Tengo
los dedos quebrados, por delatar sentimientos
que debí entender estaban impregnados
en
cada silencio, acabando con la tristeza,
sabiéndote
en algún lado
querida Ilustrada Desconocida sin más demora
o
anzuelos dudando;
¡quiero
verte, conocerte,
hablarte, enamorarte!
Te
tengo en las venas, turbando ideas; cierro los ojos,
sin imaginar tu rostro y quedarme en tus labios,
regocijando un beso altanero, ¡encantadora travesía!, muéstrame las estrellas que sirven de guía al pulso
magnético acuñando templos de caramelo.
Te
tengo en cada risa; reconociendo tus huellas
en mi alma, imaginando cómo te quedan las
cosquillas retroalimentando conversaciones altamente necesarias, ¡encantadora
travesía!,
muéstrame las estrellas que alumbran de mejor manera tus ojos ceremoniosos.
Empiezo a enamorarme de ti,
regalándote latido por latido, hasta
reconocerme completamente reposando mi mano en tu corazón; ahora sólo queda el mañana descifrando tierra
neutral para querernos…Todo lo que no veo, no conozco,
no percibo en ti es lo único que tiene sentido.
Con el
cariño de tus pestañas; simplemente, con el querer de tus pestañas me sobra amor
para
la vida entera.
Veo mi
velero cada vez más perdido en alta amar; y la
orilla de tus labios siempre será el único puerto para pretender dominar
felicidad; te adoro sinceramente… ahora, que al
parecer no hay final feliz ni principio alguno;
necesito aprender a sobrevivir en amargura antes de emprender estúpidos
escritos que ni siquiera te gustan.
Tu
amor tiene tanto de bendición
como
de inquisición;
mientras
me matas alterando tu presencia sobre mi piel.
Ni
siquiera tengo las sobras de tu afecto.
Ni se
cómo te ves al resplandor de la luna.
No sé
si tienes lunares o no.
No
tengo la menor idea del tono que tiene tu voz.
Aun
así eres brillante y hermosa para mí.
Tu
amor tiene tanto de bendición
como
de inquisición;
plegarias
sembradas atravesando cada infierno;
realmente no sé qué decirte, desfigurando
epifanías caigo en la tortura de saberte en alguna parte extraviando trozos de
mi corazón, alma penante esperando que sea
en tus manos la hora mágica, anudando fibras
descubriendo cada uno de mis misterios ligado a tus gestos, sin perder otra vida.
Eres
cruel; tú no me quieres ni nada, eres incapaz de pensar en mí; en el valor que tendría una conversación. Nunca quisiste acercarte.
Estoy dolido por la desventaja de saberme tuyo,
tu ni te mosqueas sabiendo que no voy a voltear la página ya que eres un lindo
sueño Ilustrada Desconocida y estoy seguro que te amo, pero debo encontrar otra forma de mantener la
ilusión, ya que si de ti depende bombón
termino en un manicomio descifrando malabarismos;
porque realmente, quiero verte, conocerte,
hablarte, enamorarte.