Huyo de la
realidad.
La realidad,
sólo me ha enseñado que cada día empeora/ [x] muy simple o ingenuo que me sea
un apreciado instante,
al final;
tan sólo será una intransigente gargantilla atorada de amargura.
Mi ciega Fe/
tiene a la pluma; sobre
la nube, la sonrisa.
Tus pupilas.
/ la única gentileza
que conozco es la de la tinta sumergida en las arterias.
Me
encantaría conocerte; saber a quién escribirle, simplemente.
La
realidad para mí; es sólo saber que no tengo a nadie con quién conversar.
¡Tener
el afecto telúrico de las pestañas de alguien más allá!
Surcando
lunas y atando su nombre al tobillo.
Respondiendo.
Con un
beso que sea puro.
Un
beso plenamente querido.
Un
beso que no tenga contradicciones.
Un
beso que me sea propio, que no sea el habitualteatro desalmado. Un beso de
media noche, un beso que pueda repetirse cada día. [X] semejante beso quiero
conocerte y pretender quererte; de ser necesario lo que tenga de vida en el
instante que palpen los sentidos el abrillantado aroma de tus labios/ tengo [x]
seguro el sabor de tus palabras tendrá todos los
significados.
A todo
esto; nunca he sido invitado en un blog privado, pero si me gustaría que fueras la única lectora del
blog, cómo un regalo.
Noche
antes del posible mensaje anónimo; en la novela escribí un fragmento que le
pertenece a la heroína en el encuentro con el sujeto:
“Si el destino es benévolo con dos amantes que
hacen el amor convocando palabras sin par, partiremos dichosos al sobrenatural
festejo de querernos y poblaremos nuestros cuerpos en tan codiciado principio”.