En frente de tu fortaleza, sin armas, ni
doblajes de trampas calculadoras.
Aquí estoy arrancando trozos de mi
corazón, con tal que tus manos tengan abrigo,
expulsando estigmas, diagramando fortunas propicias para cualquier
estado.
Enterrando mis besos, por los tropiezos/
las quemaduras/ las espinas de las rosas/ los cortocircuitos inoportunos.
Soy tu piel.
Soy la tinta indivisible, a merced de tus contradicciones; perpetuando conjuros.
Perdiéndome en tus terremotos.
Abarrotando poemas sin desviar una
vena de tu risa, implorándote un “hola”, aceptando
tus condiciones, deseándola aprendiendo a cortar el aire en serenidades por si le
faltan nubes que la protejan del sol.
Deshaciéndome por tener cumplidos subastando la vida en cada pliego del planeta
adornando a tu agrado letras despatarradas encubriendo sombras dulcetes
espantando tormentas y puedas quedarte con los delirios evidentes del atardecer.
“Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos á un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron,
y sonó un beso.”
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos á un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron,
y sonó un beso.”
XXIX–Gustavo
Adolfo Bécquer
Lejana
amante;
daría
centellantes latidos a cambio de entenderla y conocerla un minuto (eterno),
esquivando
noches paganas situando sus labios,
tan
cercanos al fuego prometido y la ruidosa ceguera del placer infinito
impregnándome de su cautivadora presencia.
Respirando.
Esa
melodía que sucumbe a pesar de su invisible mirada,
alistando ternuras inéditas en partituras incesantes alborotadas por marcar los
tiempos en que fueron; concebidas, soñadas,
alcanzadas. La venda subrayada del tiempo
acompaña las ideas desesperadas licitando espacios especiales, pronosticando sensaciones inculcadas a ser. Despedazando manecillas.
Puntualmente: nosotros. Atrincherados al calor de los pasadizos intactos, descolgando vitrales desahuciados, viajando por las inquietudes. Aterrizando en sabanas vivaces/ aún sea consintiendo el etéreo pensarnos bajo la
misma luna.
Aquí
y ahora.
Mañana
y por siempre.
Intentando
sujetar horas irresistibles.
Con
el cuerpo imantando a tus dedos, desdeñando
frases aprendidas en los tumultos de las ensoñaciones arrasadas a feromonas
vivas, intuyendo cataclismos subiendo plegarias
por tus piernas protagonizando teatros amalgamados;
sin dejar de pronunciar todos tus nombres, aclarando
sedientos arribos, pernoctando aclamadas
venganzas [mutuas] en tus
cabellos, parodia vital/ multando correrías
domesticando el todo apresuradamente.
Todos
los nombres danzantes que en cada vida cifraban
intervalos
del amor fabricado con lágrimas y risotadas desbocadas.
Esperándonos
en un acoplamiento deslumbrante siguiendo señales inquietas,
destemplando
la corteza terrestre; involucrando los ocho
mares y las constelaciones,
celebrando
el acercamiento de nuestros pasos.
¿Hasta cuando le negaras una
conversación al desterrado?
Mi
tormentosa vida no es algo que quisiera compartirte,
sin embargo no veo un final feliz, ni las
soluciones posibles acampando sobre mis lagunas mentales. No soy el diestro aspirante a tus labios; ya que tu fortaleza tiene centenares de torres
custodiadas por dragones, murallas
resguardadas por ejércitos de arqueros,
detrás de cada puerta magos de todas las clases construyen máquinas mortuorias
si osará colarme en tus afectos. Al parecer
en todos tus territorios mi cabeza tiene precio,
silencios verdugos afilan las hojas.¡Ni hablar de tu corte!, enajenada con tus ojos brillosos y deseosos; mientras que al verme fuera de un puñado de
estupideces sólo te produzco asco.
La
fría realidad.
No
me entregué a la felicidad de saberte en alguna parte,
ni al perfeccionamiento para ser completo a tu gusto.
Yo
pensaba una jovial compañera, cómplice de
todas las averías posibles de la maestría ilusoria;
capaz de elevar papeles en tarimas fugaces,interpolarizando
fotogramas encantados del juego luminoso, distinguiendo
movimientos nutridos en géneros procurando explorar cada atmósfera subversiva. Repeliendo vacíos rockeando. Musa infatigable inspirando historias que puedan
darse mérito a sí mismas agraciando tus ojos.
Pero con tantos fracasos a cuestas, es
imposible seguir soñando tantas bondades.
Sobreviví escribiendo, esperanzado que sin
importar las cruces podría perseguir a la lectora vital,
alcanzando talento cosechando trascendencia pese a mis frustraciones. Entonces erré creyendo que encontrándola podría
sostenerme en algo de renombre saliendo del tortuoso suplicio; logrando dedicarme al arte de amarte. Ruego me disculpes ese ambicioso desliz.
“Y porque veáis
cuáles sois los hombres desgraciados y cuán a peligro tenéis lo que más
estimáis, haz de advertir que las cosas de más valor en
vosotros son la honra, la vida y la hacienda. La honra está en arbitrio de las mujeres, la vida en manos de los doctores y la hacienda
en las plumas de los escribanos. Desvaneceos, pues, bien, mortales.”
Los sueños–Francisco de Quevedo
Tu
belleza y la tristeza me vencieron,
repartiéndose mechones cabizbajos; dejándome
la sombra de la calvicie, el fracaso, la pobreza, los
discursos derrotistas y la confusión, secan
atelajes atorando desquicios sin importancia.
Odio a todas las parejas que veo en las calles;¡deberían existir pabellones y zonas exclusivas para
que vayan a presumir sus arrumacos!, encima parecen multiplicarse el día de los
enamorados;¡cretinos! Me gusta regalar rosas,
tal vez sea trillado y de poca imaginación pero me gusta intercambiarlas por
una sonrisa, era la forma de acercarme a tus
costas descifrando banderas. Amor de primera
vista, asegurando video conferencias
transeúntes en el reflejo del espejo, sacando
en limpio tú estampa; abordó animadas
variaciones convirtiéndose en amor de pistas.
Ahora nada tiene importancia; aventando
crucigramas sin respuesta, tengo todos los
mapas para escrudiñar el cielo simétrico,
persuadiendo un humilde velero. Necesitar es la peor de las fábulas. En esta amarga soledad;
sólo necesitaba un par de palabras tuyas,
sean crueles o indiferentes; eran suficiente
argumento para desatar una inundación gastando alegrías innumerables.
Empecé a necesitar a otra que sea real,
accesible, sin embargo;¿quién podría
necesitarme?,
si la mujer de mi vida no quiere nada conmigo,
es imposible pensar gustarle a otra; pedirle
que se tome el dificultoso trabajo de encontrar algo bueno en mí.
No
tengo fuerzas.
Ahora
procuro terminar una historia, sin dedicatoria.
No
puedo ver más allá de eso.
“Alguien mide sollozando
la extensión
del alba.
Alguien
apuñala la almohada
en busca de
su imposible
lugar de
reposo.”
Los ojos abiertos –AlejandraPizarnik
Terminó
el tiempo de aferrarme a ti.
Porque
eres mi Fe. La maravillosa mujer de cuyas
pestañas estoy enamorado, ya he demorado en
aceptar todas las oscuridades implicadas anteponiendo fantasmas a la melodía
confabulada por nuestros corazones,
desarreglando coronas en el tablero, coloreando
las casillas. No puedo ofrecerte nada más
que mi insignificante amor; remendando
renglones azucarados brindándole maquetas afectivas sin disimular pasiones.
Imaginaba
que encontraba tu ciudad.
Un
camino, un trayecto para recolectar
presentes; además de las rosas y la piedra
adecuada forjando la sortija.
¡Hay
preciosa!;
en uno de los mejores viajes gané de los cerros una piedra rojiza perfecta, pero de puro bruto la regalé a una amiga; ¡quién terminó
arrojándola al lago “sagrado”!
Aprender
el arte de los fuegos artificiales.
Componer
una canción de verdad.
Atosigarte
enviando rosas anónimas de todos los colores,
completando un ramo imperecedero.
Graffitear
los muros alrededor.
Al
atardecer; telefonearte, dejando a un lado esa voz estéril que tengo
sacando un tono seductor y envolvente;
“Ilustrada Desconocida la distancia, no fue vencida
con
los tullidos fragmentos de las promesas vividas
anteriormente,
instruyendo
nuestros destinos con la sabia evaporada
del
condecorado deseo relamiendo claves escritas
en
paraísos humedecidos de antemano estampando nombres
en
las noches perfectas que hoy empiezan y terminarán en cenizas.
¡No
lindura!;
el derrocamiento de la lejanía no se produjo atestiguando a la luna
los
misterios de ambos en seña, probando que
somos lujuria de la misma sinfonía,
redactando
escenas predilectas, cayendo en la
sobredosis de respuestas acertadas,
al
presentarnos cara a cara y ultimar alianzas tras la masacre dónde serán
sepultadas las nostalgias.
Fue
nuestro primer beso el pacificador;
que
renunció a la espera y señaló este día.
Love
de te entiendo /Love de te complemento.
Love
de lo imposible, a lo bello de lo
insuperable.”
Simplemente
Love.
Conozco
muchas marcas de chocolate, algunas recetas
que quiero probarlas en tu vientre.
Tal
vez sea por una publicidad y una coqueta canción que los acompañaban.
Inspirando
a un despistado como yo a seguir caminando,
para tropezar con una deslumbrante como tú.
No
sé si lo sabes; pero tengo poca azúcar en la
sangre así que nuestra movida sin chocolates no es una opción.
¡Y no
nena; tu dulzura es suficiente!, pero cómo buen
bardo por dónde voy atraigo la lluvia, y me parece rico verla desde la ventana
abrigaditos con nuestros brazos (el amor es una
pandemia, nove?!; de lo reacio
que era a los diminutivos ahora se me escapan poniendo en tela de juicio el
garbo literario)
intercambiando trozos con los labios… De hecho
sigo convencido que no te gusta que te diga Nena.
Simplemente
Love jugando con la traviesa complejidad; un
tarjeta con una rosa; “es
tiempo de abrir la puerta”,
y
encuentres una caja de chocolates Bonobom.
Entonces
empezaría lentamente la música.
Cuerdas
dóciles, enchispando los tonos brillosos que despiden el sol.
Sintetizadores
afectuosamente espaciales, acelerando
vientos y ataques.
Encapotada
la tierna noche; campanas camufladas con las
estrellas, un trencillo de xilófonos
tabulando notas ligeras, platillos
chisteando cientos de parpadeos.
Dejándose
ver los primeros artificios, bengalas plateadas
elevándose desdé distintas direcciones.
Espirales
azuladas invitando un silencio, para que
puedas oír mis latidos emocionados al pie de tu ventana.
Percusión
desfilando por todas las calles que rodean
tu casa;¡hay
amor; soy boliviano!; y si bloqueamos por cualquier bobada;¿por qué no
irritar a tus paisanos el tiempo que dure mi declaración.¡Nove!? Gracias.
Batería
líder, chelos arrogantes, tres bajos
intercalados.
Irrupción
instrumental pintando luminarias estrambóticas en el cielo.
Novena
de guitarras eléctricas, distorsionadas en
líneas consecutivas, desquebrajando a todas las
viejas chismosas que se persignan, rogando a
los polis pies alados para detener el alboroto.
Fuentes
artificiales inundan el cielo, mientras la
música se dirige a un ritmo adornando en calma benevolente; otra vez el teléfono,
para que sólo voz puedas escucharme,
si,
va
a ser un canto híper desafinado;¡dicen que la intención es lo que cuenta!
Entonces
terminaría un día memorable.
Momentos purificados apartando tardanzas; conteniendo jirones del nuevo color que izamos
amonestando palabras fuera de lugar; guardando
meridianos en la comprensión atenuando, una
sola mirada. Inalterable. Estaciones desordenas separando calendarios, conservando el brillo.
Arropando nuevas Lunas, sacando una historia
nueva, vidrios empañados, desayunos civilizando tormentas melosas, separando los labios para dejar escapar una
broma. Ardid místico.
Reposando para oír nuestra canción que empezó un día sin que lo supiéramos y continuará
calibrando suspiros/ juntos, ameritando desenvolver caligrafías nómadas por
los amártelos clausurados, inaugurando
sobresaliente desnudez encuadrando inapropiados rituales, apropiándonos del misterio sumergido en ternura. A un
salto de distancia;
querida,
nuestro
hogar, siempre estará a un salto sobre la
Luna,
si
alguna tristeza osa quitarte el sueño, a un
salto estarán mis brazos arrullándote,
si
necesitas decolorar la noche.
Ahí
estaré.
Porque en ése sitio; lograremos
tumbarnos en el césped,
y veremos pasar una estrella fugaz.
“Habrían de encontrarse tranquilamente como si ya se
conociesen de antemano, como si se hubieran dado cita en una de aquellas puertas de
los jardines o en algún otro sitio más secreto.
Estarían solos, rodeados por el silencio y la obscuridad. Y en
el momento de la suprema ternura se sentiría transfigurado. Se
desharía en algo impalpable bajo los ojos de ella y se transfiguraría
instantáneamente. La debilidad, la timidez, la inexperiencia caerían de él en aquel momento mágico.”
El
retrato del
artista adolecente–JamesJoyce
Tengo
buen trato con las montañas; uno debe
dirigirse con sincera cortesía antes de explorar sus misterios.
Desde
ciertas partes de la ciudad se puede ver el conclave que celebran La muela del
Diablo y el Illimani.
Ambos
soberanos sumidos en sus importantes asuntos;
fingieron no oírme.
Continué
esperando, pero ellos no daban señales de
querer concederme audiencia.
Entrometido
metí la cuchara cuestionando sus dilemas.
¡Todos
los poderosos son iguales!; siempre bien dispuestos a lenguas viperinas que
los llenen de elogios,
mientras
la creatividad, la sensatez y el
cuestionamiento; son sacrilegios mal recibidas.
Así
pude encontrar una montaña lo suficientemente alta;
para
ver sus territorios Señora de todas las musarañas conjuradas,
usted
es un lugar encantador.
Paso
el tiempo dibujando mapas, terminados los quemo
y vuelvo a empezar, ocultado una sonrisa, con la esperanza que tropiece con ella y por un
instante tengamos un beso.
Simplemente un beso.